Entre las experiencias que recuerdo vivamente merecen figurar en lugar destacado mis encuentros con Lorena Frey, que fueron los primeros que mantuve con una escort, allá por 2005. Y no porque fueran placenteros, sino porque me descubrieron cosas de mí mismo que yo desconocía hasta entonces. Lorena Frey era una actriz porno de medio pelo que había hecho algunas películas guarras en Argentina (aunque, si no me equivoco, ella era paraguaya). Algunas escenas de esas películas todavía son recuperables (no sé por cuánto tiempo) en internet:
https://yourlust.com/videos/lorena-frey-fuck-my-jeans-lorena-frey.html
https://yourlust.com/videos/lorena-frey-fuck-my-jeans-lorena-frey-part-3.html
https://txxx.com/videos/4068143/crazy-pornstar-lorena-frey-in-hottest-lingerie-group-sex-sex-scene/?kt_lang=es
Tal vez no sea una diosa, pero el hecho de saber que había sido actriz porno y ofrecerse como escort anunciándolo me puso como una moto, y me decidí a llamarla, después de estar varias semanas cascándomela con sus escenas, en las que desde luego no mostraba mucho brío e implicación. Mucho menos aún mostró en nuestros encuentros, que se caracterizaron todos ellos por su desgana. Pero, sin ella saberlo, Lorena Frey iba a descubrirme todo un mundo de pulsiones sexuales que estaba dentro de mí y yo desconocía.
Lorena Frey, además, trabajaba como modelo en Argentina, bajo el nombre de Ona Model, en eventos de trasfondo guarro. Para ello se había aclarado un poco más el pelo, que era rubio de bote. También como escort ejerció en España con el pelo bastante rubio, como se ve en las fotos que pongo al final.
Lorena era una de esas escorts que, sin poner fotos falsas (de hecho, estaba bastante buena), tienen al natural defectos que no se aprecian en las fotos tuneadas. El más evidente de todos, una tremenda cicatriz de cesárea que disimulaba con un tatuaje (que se puede apreciar en los videos). Esto de la cicatriz en el vientre es siempre una cosa chunga; en cambio, sus otros "defectos" iban a ponerse cachondísimo, para mi sorpresa. Me pusieron cachondísimo, por ejemplo, las estrías de su culo, algo que yo no podía imaginarme; pero sobre todo me volvieron loco sus tetas mal operadas, que le habían dejado una teta un poco deforme y asimétrica, con una depresión debajo del pezón. Esta operación defectuosa me puso a mil, lo mismo que las estrías del culo; y a ella esto le molestaba mogollón, porque se avergonzaba de ambas cosas y trataba de ocultarlas. Pero yo quería adorar, lamer, acariciar estas imperfecciones; y esto a ella le daba mucho asco, y mientras lo hacía me despreciaba e insultaba con saña; lo que, para mi sorpresa también, me ponía todavía más palote. Cuando follaba lo hacía como con asco, y esto de nuevo me volvía loco. Y un día, para rematar el descubrimiento este submundo de guarrerías chungas, Lorena Frey... me orinó sin avisarme, mientras yo le comía el coño. Fue algo humillante y asqueroso en un principio; pero enseguida el asco se convirtió en un placer indescriptible.
Llegué a concertar citas con ella en las que ni siquiera me la follaba, sino que me le pedía que me maltratara, mientras yo adoraba sus cicatrices y sus estrías. Ella no daba crédito a que yo fuese tan cerdo y tan patetico y finalmente dejó de responderme al teléfono, así que no pude seguir disfrutando de sus imperfecciones corporales y de su desprecio. Durante años y años he estado recordando aquellos momentos. Desde entonces he procurado elegir siempre escorts muy operadas, a las que se noten las "reparaciones"; y he pedido siempre que me insukten y humillen y meen, en recuerdo de aquellos encuentros iniciáticos con Lorena Frey, que aunque era la escort más desganada del mundo extrajo a la superficie mis deseos más inconfesables.